¿Es mejor practicar yoga en casa o en un estudio?
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos practicado yoga en casa y, algunos, lo hemos probado de forma presencial en un estudio.
Sin embargo, ahora puede que te estés debatiendo entre una opción u otra.
En este artículo te cuento las 10 diferencias principales entre practicar yoga en casa y practicar yoga en un estudio. Así podrás decidir qué opción se adapta mejor a ti.
Pero antes de nada, veamos una definición breve de cada modalidad 👇.
Definición de yoga en casa y yoga en un estudio
Entendemos como yoga en casa a aquella modalidad que practicamos desde la comodidad de nuestro hogar o desde cualquier otro sitio fuera de un estudio especializado. Es decir, es una forma de práctica en remoto.
Esta práctica puede ser en directo o mediante sesiones ya grabadas.
Por otro lado, tenemos la práctica en un estudio.
Los estudios de yoga, son tradicionalmente conocidos como Shalas que en sánscrito significa hogar o escuela. En ellos, se realizan prácticas guiadas por un maestro y clases tipo Mysore o no guiadas (como las de Ashtanga).
Ahora que ya sabemos qué es cada una, pasamos a conocer las 10 diferencias que nos ayudarán a decantarnos por una u otra 🧐.
Diferencias entre practicar yoga en casa y en un estudio
Las diferencias entre una modalidad y otra son:
1. Comodidad
Este punto es indudable y, además, el primero en el que seguro que todos pensamos.
La comodidad de nuestro hogar 🏠.
No tener que salir de casa los días de lluvia; no perder tiempo en los trayectos…
Parecen todo ventajas, ¿verdad? Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y una práctica en casa no es todo lo cómoda que podemos llegar a pensar ya que no disponemos de los recursos, ni del espacio que tenemos en un centro de yoga. Por no hablar de los ruidos del resto de la familia.
Lo ideal para tu práctica es que tengas un sitio fijo para ti en casa. Puede que sea un rincón en el salón, en una habitación aparte… El sitio no importa mucho, lo importante es que este se convierta en tu santuario personal.
TIP: Si vas a practicar yoga en casa, asegúrate de contar con un espacio para ti donde no te moleste mucho el ruido.
2. Tiempo
Tienes clase de yoga presencial a las 18:00. Son las 17:55 y sigues buscando aparcamiento.
¿Te resulta familiar?
La segunda diferencia que os traigo está muy relacionada con la anterior.
En este día a día tan ajetreado que todos tenemos, el tiempo es un bien muy preciado y no nos gusta perderlo. Cuando tenemos que desplazarnos a nuestro estudio de yoga, se nos van unos minutos preciosos. Minutos que, cuando practicamos en casa, nos ahorramos.
TIP: Si tu tiempo es oro, la práctica en casa puede ser una buena opción. Si quieres practicar en un estudio, debes planificarte muy bien para no perder ni un solo segundo ⏱️.
3. Espacio
Estás en Adho Mukha Svanasana (Postura del Perro Boca Abajo) y levantas una pierna para hacer una transición; le das a la estantería de atrás y tiras un libro, un cuadro, o incluso peor si tiras el ordenador…
¿A quién no le ha pasado eso? 🙄
La mayoría de nosotros no contamos con un gran espacio despejado y libre de obstáculos donde practicar y, lo que iba a ser una revitalizante práctica de yoga, se convierte en una yincana en la que vas sorteando toda clase de obstáculos.
Los centros de yoga disponen de salas espaciosas en las que puedes practicar sin ningún tipo de problema y sin la preocupación de romper nada.
TIP: Si tu casa es lo suficientemente grande, puedes plantearte crear tu propio estudio. De lo contrario, seguro que hay un centro de yoga precioso muy cerca de ti.
4. Conexión
“Inhala sube brazos, exhala…” Exhala y ¿qué? Tu conexión a Internet te la ha vuelto a jugar.
Si haces yoga en casa en directo te habrá pasado más de una vez. Estás muy concentrad@ en tu práctica, te falla la conexión a internet y tu concentración se va de paseo.
Cuando haces yoga en un estudio, esto no ocurre. Oyes la voz de tu profesora o profesor a la perfección; cada palabra inunda la sala. No hay ruidos 🔇.
TIP: Si haces yoga en casa en directo, lo mejor es asegurarte de estar cerca del Wi-Fi o tener una conexión por cable, así no tendrás este tipo de problemas.
5. Energía
“Inhala y al exhalar, cantamos todos juntos el mantra OM” y de repente, todo a tu alrededor vibra. ¡Qué sensación más maravillosa!
Cuando practicas en un estudio rodeado de otros compañeros, la energía que se crea es increíble. Y ahí estáis, un grupo de personas que compartís vuestra devoción y consciencia en cada movimiento que hacéis.
Esta sensación se reduce bastante si practicas solo en casa. Y más aún si las clases que realizas son grabadas 🎥.
TIP: Si no tienes la opción de practicar en un estudio de vez en cuando, prueba con alguna clase en directo desde casa. Verás cómo la sensación es diferente.
6. Variedad
Hoy Ashtanga, mañana Rocket y pasado una buena sesión de Vinyasa.
Como dice el dicho: en la variedad está el gusto. Y en yoga hay variedad; mucha variedad 🌈.
Si vas a un centro de yoga, lo normal es que sigas lo que la profesora o profesor tiene programado. Además, muchos de ellos, suelen estar especializados en uno o dos estilos.
Sin embargo, en la práctica online puedes encontrar el aliado perfecto si lo que te gusta es la variedad. Además, así tienes la oportunidad de encontrar el estilo que más te gusta y mejor se adapta a ti.
TIP: Infórmate y prueba tantos estilos como te sean posibles. Solo así sabrás cuál encaja mejor contigo.
7. Económico
Sin lugar a dudas, hay muchas plataformas gratuitas que nos ofrecen gran cantidad de contenido relacionado con el yoga, por lo que si quieres empezar tu práctica online, la inversión inicial se reduce bastante.
Ir a un centro especializado supone tener que pagar una cuota 💰.
TIP: Si no sabes si el yoga es lo tuyo, lo mejor es que empieces practicando con algún video para principiantes. Si ves que te gusta, puedes profundizar más o pensar en ir a un centro.
8. Sangha
La palabra Sangha significa comunidad en sánscrito. Tu Sangha es ese grupo de personas con el que practicas habitualmente yoga 🧘♀️🧘♂️.
Tener una supone contar con un grupo de apoyo; un grupo de iguales que habéis decidido que el yoga es vuestro camino. Contar con tu propia comunidad de yoguis puede ser muy beneficioso, sobre todo, si estás empezando, ya que puedes compartir tus progresos, consejos para la práctica…
Si practicas yoga en casa mediante vídeos en diferido no cuentas con tu propia Shanga.
TIP: Puedes crear tu comunidad yogui con algún amigo o familiar al que le pique el gusanillo del yoga y quedar para practicar.
9. Disciplina
“Hoy estoy un poco liad@, ya practico mañana” 📆.
¿Cuántas veces se te ha pasado esta frase por la cabeza? La comodidad de casa y el “ya lo haré mañana” nos juegan una mala pasada cuando se trata de crear una rutina en torno al yoga.
No hay un número mágico de veces que debamos practicar, pero cualquier maestro te dirá que en la constancia está la clave.
Si vamos a un estudio de yoga, nos encontramos en “la obligación” de acudir, porque nos hemos comprometido con el centro y con nosotros mismos.
TIP: Si te cuesta crear tu propia rutina, empieza acudiendo a un centro hasta crear tu hábito.
10. Aprendizaje
Esta última diferencia es algo especial porque más que diferencia es un consejo.
No cabe duda de que cada profesora o profesor te va a aportar enseñanzas diferentes y eso es precioso: oír opiniones dispares, pero todas desde el amor 🤍.
Mi consejo es que, independientemente de que practiques yoga en casa o en un estudio, optes siempre por aquel profesional que te aporte la enseñanza y el aprendizaje que buscas encontrar.
De otra forma, la práctica se quedará algo vacía y centrada principalmente en la actividad física.
En futuras entradas del blog indagaremos más sobre este tema.
Conclusiones finales
Llegados a este punto, ya tienes toda la información necesaria para poder decidir si prefieres practicar en casa o en un estudio.
Pero si quieres que te quede más claro, puedes consultar esta comparativa:

Espero que este artículo te haya ayudado a aclarar un poco tus ideas. Estaré encantada de poder leerte en comentarios.
¿Prácticas yoga en casa o en un estudio?